Si hay algo que no ha cambiado en la organización de eventos, ni siquiera durante los últimos años, a pesar del avance de la tecnología, es la importancia del discurso de apertura del evento.
El speech inicial sigue siendo de vital importancia y un factor que no debes dejar a la suerte. Es la primera (y puede que única) oportunidad que tienes de captar el interés de la audiencia y no puedes desaprovecharla. Si quieres saber cómo elaborar un discurso de apertura de evento memorable, ¡sigue leyendo!
Un buen discurso de apertura no se improvisa. Requiere preparación, estrategia y un enfoque claro en tu audiencia. Antes de escribirlo, dedica tiempo a entender quiénes son los asistentes, qué esperan del evento y cómo puedes captar su atención desde el primer minuto. Si lo haces bien, este primer contacto puede marcar la diferencia en el nivel de engagement y participación que conseguirás durante toda la jornada.
A grandes rasgos, la estructura básica de cualquier discurso de bienvenida incluye los siguientes elementos:
Saludo inicial: empieza presentándote brevemente, da la bienvenida a los asistentes y agradece su presencia. También puedes aprovechar para reconocer el trabajo de tu equipo o de los colaboradores que han hecho posible el evento.
Introducción: después del saludo, haz una breve introducción del motivo por el cual estáis reunidos. Sé directo y claro, sin extenderte demasiado.
Repaso del evento: este es el núcleo de tu discurso de apertura. Haz un recorrido rápido por la agenda del evento y comparte información útil para que el público sepa qué esperar.
Despedida: cierra agradeciendo de nuevo la asistencia e invita a los participantes a disfrutar del evento con entusiasmo y energía.
Duración: tu discurso debería durar entre 2 y 5 minutos. Si tienes algo realmente interesante que compartir, puedes extenderlo un poco, pero si no, apuesta por el «menos es más».
Estas serían las fases de un discurso de apertura de eventos. Es un modelo básico y funcional, poco arriesgado, pero efectivo. Es lo mínimo que puede esperarse y también lo mínimo que deberías preparar, ya que, aunque pueda parecer sencillo, los nervios pueden jugarte una mala pasada. Por otro lado, no olvides hablar despacio, pronunciar correctamente y con un volumen adecuado.
Ahora que ya conoces la estructura básica de un discurso de apertura, es importante ir un paso más allá y pensar qué puedes hacer para generar un impacto mayor sobre nuestra audiencia. Te compartimos algunos consejos:
Si quieres que tu discurso cale hondo entre tu audiencia para así captar su atención, tendrás que estudiar detenidamente el perfil al que te diriges. Como organizador, deberías tener ya esa información, así que no te será complicado.
No es lo mismo dirigirse a un público joven que a uno profesional o a otro de un sector en concreto. De esta forma, podrás ser más creativo y personalizar el discurso de apertura de tu evento.
Si no estás acostumbrado a hablar en público, lo mejor es que practiques un poco antes frente al espejo. También puedes practicar con tu equipo, familia o amigos. Esto te dará seguridad, te ayudará a memorizar el discurso y reducirá tus niveles de estrés cuando llegue el día de la verdad.
Por el contrario, si no quieres memorizar los textos también puedes contar con un recurso muy utilizado en los eventos: el teleprónter o autocue.
Tanto si estás seguro del discurso que has escrito como si no, pide siempre feedback de un tercero. La opinión de alguien externo te dará una nueva visión y te ayudará a descubrir cuáles son los puntos flojos de tu discurso, si es muy largo o corto, si alguna frase es malsonante, etc.
Imagina que tienes el discurso perfecto, medido al milímetro, y el día de la verdad, el micrófono se escucha mal, o se acopla cada dos por tres… Un desastre. Por ello, además de confeccionar un buen discurso, deberás asegurarte de que los recursos técnicos que emplearás funcionan a la perfección y son los adecuados. Recuerda que siempre puedes acudir a una empresa audiovisual y alquilar un equipo de sonido para tu evento.
Si quieres conocer los errores más comunes a la hora de gestionar el equipo sonido en tu evento y saber cómo evitarlos, puedes leer este artículo.
Si no te conformas con un discurso de apertura de evento clásico, entonces será el momento de arriesgar. Puedes apostar por una gran puesta en escena, pantallas de proyección, cuenta atrás, música, humor, storytelling, interacción con el público, vídeos de apoyo, atrezo… Hay muchos recursos que puedes utilizar.
Hacer un discurso de apertura de un evento impactante y diferente influirá positivamente durante el resto del mismo, aunque también puede provocar el efecto contrario.
Apoyar tu discurso con pantallas, imágenes, vídeos breves o motion graphics puede aumentar significativamente el impacto. No necesitas convertirlo en una presentación formal, pero sí puedes reforzar tu mensaje visualmente. Este recurso es especialmente útil para explicar datos, mostrar resultados o introducir con fuerza el propósito del evento.
Eso sí, asegúrate de que el material visual esté perfectamente sincronizado y adaptado al tono del discurso.
A veces, la mejor forma de entender cómo emocionar a una audiencia es estudiar a quienes ya lo han conseguido. Estos discursos no solo marcaron un momento histórico, sino que demuestran cómo la combinación de narrativa, tono, ritmo y emoción puede dejar huella. Inspírate en ellos para encontrar tu propio estilo:
Un discurso icónico que trascendió su contexto. Martin Luther King conectó con millones de personas apelando a valores universales como la igualdad, la esperanza y la justicia. Su uso del ritmo, la repetición y la claridad de mensaje son claves que puedes adaptar a tu propio estilo.
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Este discurso fue un hito de motivación política y personal. Obama utilizó un lenguaje sencillo pero poderoso, apelando a la acción colectiva y a la superación. Perfecto para aprender cómo generar energía positiva en una audiencia.
Si buscas transmitir un mensaje claro y potente asegúrate de contar con el equipo de sonido adecuado.
Una intervención cargada de autenticidad, vulnerabilidad y storytelling. Steve Jobs compartió sus fracasos y aprendizajes de forma cercana, conectando con la audiencia desde la emoción más humana. Ideal para discursos que buscan dejar un mensaje profundo.
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Con tan solo 16 años, Malala pronunció un discurso que conmovió al mundo. Hablar de educación, paz y justicia desde su experiencia personal le dio una fuerza única. Es un ejemplo brillante de cómo un mensaje sincero y valiente puede movilizar conciencias.
Aun así, solo la experiencia y el «prueba y error» te dirán qué tipo de discurso encaja mejor contigo y hasta dónde estás dispuesto a innovar. Esperamos que estos consejos y ejemplos te sirvan de inspiración para crear un discurso de apertura que realmente conecte con tu audiencia y marque el inicio de un evento memorable.
Puedes tener un gran discurso, una idea brillante y una historia poderosa, pero si el sonido falla, la iluminación no te acompaña o la pantalla no se enciende... el impacto se pierde.
La producción técnica audiovisual es clave para que tu intervención funcione como debe. Y no solo hablamos de evitar errores: hablamos de potenciar tu presencia escénica, de crear una atmósfera envolvente y de asegurar que cada palabra llegue con claridad y emoción a tu audiencia.
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